miércoles, 25 de noviembre de 2015

En enfoque: la autoestima

A mí siempre me interesaban los temas psicológicos. Tanto por interés propio como por gustarme escuchar a la gente cuando quiere desahogarse. Por dos razones. Por una parte me encanta dar consejos (anhelando que sean fructíferos) y por otra parte me interesa mucho conocer mejor así a la gente, conocer los misterios del alma humano. Por desgracia (o por suerte tal vez) yo soy una persona demasiado extrovertida que le gusta mucho hablar de sus problemas, de sus sentimientos con la gente, sea por un plataforma de la red como lo hice en las publicaciones anteriores. 

A pesar de que alguien sea extrovertida no significa que disponga de un alto grado de autoestima. (soy un ejemplo vivo para apoyar esta teoría)

A qué nos referimos cuando tenemos que definir el concepto de la autoestima? Pues la autoestima- utilizando palabras sencillas- es la capacidad que uno tiene para ver sus propios valores humanos. En caso de que tengamos un nivel alto de autoestima tenemos que procurar encontrar el equilibrio adecuado y a la vez sano entre tener la autoestima alta y ser presumido. Existe un elevado grado del riesgo de pasarnos a ser presumidos y confundir este factor con tener autoestima alta. 

Pero ojo! Tampoco es sano tener la autoestima demasiado baja (como la tengo yo en algunos casos) Incluso pueden acusarnos de ser humildes de mentira o sellarnos de ser mártires falsos. Es decir, tener la autoestima baja también aporta sus propios peligros. Por ejemplo hay personas que tienen un nivel tan bajo que este nivel tiende hacia sufrir de depresión que requiere un tratamiento psicológico serio.  En ambos casos (tenerla baja o alta) se tiene que trabajar duro día tras día para encontrar el equilibrio, entrenarnos o ser entrenados por otras personas emocional y psicológicamente. No obstante también tenemos que poner atención para no ser dependientes emocionales. El dependiente emocional de otra gente siente un deseo compulsivo de compartir todas las cosas (sean pequeñas o grandes) con la gente que le rodea. Una persona muy importante para mí me hizo ver hace tiempo que tampoco es un comportamiento sano porque si "ahogas a la gente con un mar de mensajes cada día, no le das la oportunidad para que sienta que le haces falta, es decir después de un tiempo puede sentirse agobiada".

La tarea principal para subir nuestra autoestima es no insultarnos. Como muy equivocadamente lo hago yo en muchas ocasiones  por lo que me regañan muchísimos amigos entre ellos la madre de una amiga ( que por cierto tiene toda la razón) Fuertemente vinculado a este tema os voy a copiar unos fragmentos del informe psicológico (concretamente las partes que tienen que ver con lo importante que es valorarnos) que me hicieron hace casi tres meses cuando se murió mi abiela y mi organismo dijo basta.

Dos de ellas, Paula y Patricia junto con sus familias -y sobre todo la mamá de Patricia que no paró en decirme la frase que viene pronto- no cansaron, ni se cansan en decirme: como te subestimes más de esta manera, nos enfadaremos mucho contigo. NO TE SUBESTIMES! Y la mamá de Patricia: NO TE INSULTES! si la gente ve que te insultas a ti misma, no te ve segura, claro que no te respetarán y aceptarán tal y como eres. Así que no vuelva a oír de tu boca “qué torpe/qué tonta/qué friki/qué complicada soy”. Y Mireia- evidentemente también soliendo repetirme muchas veces estas frases- me enseñó, o intenta enseñar (porque no siempre me sale jaja) dos cosas más. 1) No repitas en cada tres minutos “Perdón, perdón, perdón” como un disco rayado! Te llamaré caja de perdones. 2) ( y eso me cuesta más) No le tengas demasiada dependencia emocional a nadie porque con el tiempo podrían sentirse agobiados. Cambié mucho en este último aspecto gracias a ella, aunque me queda bastante por lograr."


Estoy tan acostumbrada a esta mentalidad que me afectó mucho la autoestima y no me puedo aceptar ni siquiera yo misma. Continuamente estoy disculpando con todos que me adoran tanto aquí como en Barcelona cuando surge una complicación por mí. Me siento culpable. Sé muy bien que no tendría que sentirme inferior a los demás porque si no estoy segura en mí misma cómo voy a esperar de otros que me respeten? Pero a pesar de todo no me puedo valorar, ver que soy una persona como cualquier otra que se puede enamorar e incluso de una persona que no tenga problemas. Sé todo eso y sin embargo siento miedo cada vez que conozca a una persona, por las reacciones que tendrá, que si me querrá o no, que si me humillará como tantas personas antes. Quiero ser perfecta para todos aunque sepa que esto es imposible. Sé que no todos pueden ser simpáticos para todos. Pero si no se simpatizan conmigo, inmediatamente da la sensación que es porque soy “otra” que los demás. Con la mente sé que no es así. Pero el corazón está tan afectado por tantas malas experiencias que ya no puede superarse y dar su sitio a la mente."

Animo a todos mis lectores que si tienen la autoestima extremadamente baja o alta, intenten a trabajar cada día para encontrar el camino edecuado.

1 comentario: