lunes, 27 de febrero de 2012

Siempre sé humilde

Esto es el título del poema que quiero dejaros hoy.
Se tiene que saber que en mis clases de la civilización hispanoaméricana todo el mundo tiene que presentar oralmente sobre un tema. Hoy una compaňera le tocó presentar sobre los pueblos indígenas. Y en el marco de esta presentación nos dio una fotocopia de un poema quechua tanto sobre la versión original como sobre la traducción castellana. Os voy a dejar la versión castellana, espero que os guste, a mí me afectó mucho.


Cuando recibas los aplausos del premio;
Y sientes el sabor de lo que significa el triunfo,

Deben sonar también muy fuerte en tus oídos...

Las risas que provocaron tus fracasos,
El rumor que con sorna mereció tu caída,
Trayendo todo ese recuento a tu memoria,
No debes ser como aquella veleta dorada,
Que por mucho que brille y por alto que esté,
Del inmenso edificio, que se avista desde lejos...

No tiene solidez como arquitectura de la obra,
Debes ser como un viejo sillar o ladrillo,

oculto en los cimientos, bajo tierra o concreto...
donde nadie te vea...
pero, sabiendo que por ti no se derrumbará el edificio.

La humildad es uno de los caminos para llegar...
A conquistar la paz de nuestra alma...



Espero que todo el mundo lea este poema maravilloso con entusiasmo igual que yo.

2 comentarios:

  1. Precioso, Ica :DD un gran poema para todos nosotros, gracias por este ejemplo de sencillez y de modestia que debiéramos. Precioso, espero que tú también te lo sepas aplicar. :D

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  2. Claro, por eso dije q me afectaba mucho :) Mi vida contínuamente me enseňa aplicar todo esto :)

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