lunes, 21 de diciembre de 2015

Si juzgas, un día vas a ser juzgado

Hoy voy a hacer una aclaración un poco indignada que hace mucho que planeo hacer y una charla de hoy con una determinada persona me dio el último empujón para hacerla.
Estoy profundamente harta e indignada por tener que ser víctima de una "culpa" que no es mía. Ser juzgada por ser hija de un enfermo alcohólico. Sí, habéis leído bien, mi padre era un enfermo alcohólico. No lo considero una vergüenza ni algo que debe producir ventajas o beneficios. Pero la gente que espera de mí que ande con la cabeza baja por eso, esperará en vano. Y la gente que me canta el mismo libreto cuando me vea con una copa "el alcoholismo se hereda y tendrás el mismo destino de tu padre"; la invito a ponerse en mi situación. Qué sentiré yo cuando cada vez que toquemos el tema, mi padre es víctima de desprecios? Un muerto que ni siquiera se puede defender. Y qué sentiré al oír de boca de alguien que es de la familia, decir: tu padre era un hijo de puta, un cerdo asqueroso que recibió lo que se merecía al morir.
Mi papá nos amargaba la vida con su alcoholismo. Es indudable. Pero jamás nos levantó una mano encima. Nos quiso profundamente pero una desgracia pasada lo llevó al camino equivocado. Lo perdoné hace mucho y no me arrepiento en absoluto. Porque mi padre era una buena persona con una enfermedad de vicio. Y no soy nadie para decir, no te perdono. Porque soy sangre de su sangre. Era y es (no puedo decir será porque la muerte me lo agarró demasiado pronto) mi padre.
Si yo he estado borracha alguna vez en mi vida? Sí. Y no una vez. No es un orgullo pero es un hecho que reconozco. Pero levante la mano la persona que no lo estuvo. Si lo hace, es mentira.
Si me gustan las bebidas alcohólicas de buena calidad? Sí. Y no lo voy a ocultar jamás. Si soy bebero social? Sí. Si tengo miedo de convertirme en viciosa? Para nada. Porque tengo la conciencia tranquila y sé decir un hasta aquí. Si cambiaré mis costumbres respecto a esto? No. Porque si lo hago, sería un reconocimiento de que la gente tiene razón. E insisto: no la tiene. Porque el alcoholismo no se hereda, no es elegido por la persona, es una enfermedad que te atrapa. Mi padre era una víctima. Y siento muy injusto juzgarme a mí por ser hija suya. Y muy humillante creerme capaz de caer después de mi pasado. Después de que por culpa de los vicios mi padre tenía que morirse justo en el momento de dejarlos a un lado para siempre y recuperar a su família. No esperéis jamás sentir vergüenza por él. No ocultaré nunca que era lo que era. Porque era mi padre al que quiero con toda mi alma y daría cualquier cosa por solo un minuto más con él.

1 comentario:

  1. Es una equivocación juzgar a nadie. Es algo que aprendes con más claridad conforme la vida pasando ante ti... Y desde luego, nada tiene que ver tomar alcohol socialmente con padecer de alcoholismo. El que no lo entienda, tiene un problema. Un beso enorme

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